Por| Terra e Tuma Arquitetos | Fotografía| Pedro Kok
En busca de un lugar donde se fundan la contemporaneidad y los contrastes urbanos surge la idea de esta vivienda en la calle Marcaná de San Pablo, Brasil.
Estar en casa de la calle Maracanã es estar en Lapa. Es convivir con sus peculariedades, estampadas en la expectativa de descubrir hasta dónde sus espacios nos pueden conducir y las posibilidades que nos ofrece de contemplar el rojizo del tejado de las construcciones vecinas.
También de la fachada de albañilería de la iglesia que corona el barrio, mientras el sol se pone en el horizonte paulistano para el cual se descortina su fachada posterior.
Entrar a la vivienda no significa distanciarse de la ciudad que nos lleva a ella o cerrarse a un universo desconectado. Ingresar significa, simplemente, transportar una sucesión de espacios. Por por más amplio que sea, estrecho, iluminado, o sombreado, que nos lleven siempre a una nueva experiencia.
A la vivienda, se llega por el vacío, que es un mirador para el espacio de hogar y también un área de indentificación de sus sectores funcionales. Social y servicios por debajo, íntimo por encima.
Como en las calles de la ciudad, la luz por entre y sus espacios, invade por todas las direcciones, por las grandes aberturas de vidrio que se contraponen a la solidez de la materialidad de concreto que es la construcción.
¿Por dónde se llega, por dónde se pasa, por dónde se va?. Por el espacio, por el vacío. Circulando o permaneciendo, así descubrimos toda su extensión.
Podemos encontrarnos inmersos en su nivel inferior, definido por los planos de concreto, por los jardines o por los patios que configuran sus ambientes.
También podemos recorrerla verticalmente al plano deslizante de su cobertura que descortina también el cielo en un instante espacial, colocándonos como observadores de la ciudad cuyo punto de vista es la parte superior de la casa.
INFRAESTRUCTURA DE VIVIR
La sobrexposición de losas que se configura como una sucesión de perspectivas es sutilmente protegida por la presencia de grandes marcos acristalados.
La manipulación de la técnica y el uso de la materia mínima, como fueron piezas sobre piedras en su esencia física, comprueban que la arquitectura puede desnudarse de las temporalidades superficiales de la actualidad. Destacando únicamente su esencia espacial.
El abrigo, la protección para lo elemental: comprenden la naturaleza para lo que está destinada la casa y del sentido que asume para los que la presencian. No se necesita nada más para vivir en una ciudad contemporánea. Aquí es el hogar fundamental, único y desvelado.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Terra e Tuma Arquitetos.
Arquitectos a cargo: Danilo Terra, Pedro Tuma, Juliana Assali.
Área: 185 m2.
Año de proyecto: 2009.
Fotografías: Pedro Kok.