Por | Luciano Pia | Fotografía | Beppe Giardino
Un nuevo edifico ha echado sus raíces en Turín. Su estructura, de acero, se ve como un bosque en donde los árboles tienen sus raíces en terrazas con formas irregulares, lagunas son atravesadas por caminos y exuberantes jardines cubren los techos.
El edificio ha sido pensado como un bosque viviente, una casa en los árboles, como aquellas casas que los niños sueñan, y a veces, construyen.
El proyecto nace de la necesidad de crear un edificio residencial para complementar un bloque que se destacaba por su falta de homogeneidad y perspectivas heterogéneas.
El proyecto se centró tanto en la construcción del perímetro del bloque con una fachada continua como también en la realización de un filtro entre el espacio habitado, interno, y las calles.
Estas casas procuran crear un espacio de transición fluida entre el interior y el exterior, en donde el espacio es siempre agradable.
La transición fluida y cambiante se destaca por el uso selectivo de verdes y materiales de construcción para crear una estructura compacta y distintiva, pero también, trasparente, mutable y agradable.
Es un edificio especial porque está vivo: crece, respira y cambia puesto que 150 árboles con altos troncos cubren sus terrazas.
Junto a 50 árboles plantados en el jardín del patio, producen oxígeno, absorben anhídrido carbónico, reducen la contaminación del aire, protegen contra el ruido, siguen el ciclo natural de las estaciones, crecen día tras día y crear un perfecto microclima en el interior del edificio para disminuir la caída y el aumento de la temperatura en verano e invierno.
Los listones de madera maciza, que revisten el piso de las terrazas, filtran la luz del sol durante el verano mientras que en el invierno dejan que la luz irrumpa en la vivienda.
El revestimiento de tejas de alerce es una especie de superficie suave y vibrante. Las estructuras metálicas parecieran “crecer” desde la planta baja hasta el techo. Asimismo, soportan el entramado de madera de las terrazas: que se entrelazan con la vegetación para formar una particular fachada.
Uno de los objetivos del proyecto fue el aumento de la eficiencia energética. Por lo tanto, se integraron varias soluciones: aislamiento continuo, protección contra el sol, sistemas de calefacción y refrigeración a base de energía geotérmica. Además, el reciclaje de las aguas lluvia para el riego.
Hay 63 casas en el edificio, todas son diferentes, y están equipadas con amplias terrazas de formas irregulares que rodean los árboles. El último piso está cubierto con techos verdes privados.
Existe una variación de verde en el edificio de Turín: grandes jarrones en las terrazas, jardines en los patios, muros verdes y jardines en los techos frente a los lofts.
En los jarrones hay árboles o arbustos que varían sus alturas entre los 2.5 metros hasta los 8 metros. Las especies de hoja caduca se plantaron para tener irradiación del sol durante el invierno. La elección de la especie, aunque diversificada, cumple con las distintas necesidades, y otorga una variedad de hojas, colores y floración.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Luciano Pia.
Ubicación: Turín, Italia.
Área proyecto: 7500 metros cuadrados.
Año proyecto: 2012.
