Por | Simara Melo Arquitetura Office | Fotografía | Eduardo Macarios
Este departamento de 236 m² ha sido sometido a una renovación interior y fue desarrollado para ser un refugio familiar durante las vacaciones.
Los residentes, provenientes de una casa en Mato Grosso, en el centro-oeste de Brasil, buscaban una propiedad para relajarse y disfrutar del tiempo libre en el sur del país.
Los clientes son una pareja con tres hijos: uno ya casado y con el primer nieto de la familia, y dos hijas gemelas de 15 años. Conocieron a la arquitecta Simara Mello a través de un amigo que había trabajado con ella.
Dado que la propiedad era nueva y acababa de ser entregada por la constructora, los clientes no estaban interesados en hacer grandes modificaciones. De esta manera, se preservaron toda la estructura y los acabados internos, como suelos y revestimientos.
El proyecto se enfocó en la iluminación, el mobiliario y la decoración. Los clientes deseaban un ambiente limpio, con tonos neutros y un estilo minimalista, y querían que la exuberante vista fuera el elemento destacado del proyecto.
El hall de entrada tenía una iluminación con paneles LED proporcionada por la constructora, la cual se suavizó para crear un ambiente más íntimo. Se instaló una lámpara de Guilherme Wentz, con sensor, para proporcionar una iluminación suave y acogedora en un espacio neutral.
Un desafío significativo en la sala fue definir la disposición, la cual fue rediseñada para optimizar la increíble vista panorámica de la playa que se extiende por toda Barra Sul, en Balneario Camboriú.
Se instalaron dos tipos de paneles de carpintería: el primero, de madera, oculta los armarios que sirven tanto de soporte para la cocina como de disfraz para la puerta del baño, haciéndola invisible. El segundo panel, en laca blanca, camufla la puerta que conduce al pasillo, que antes destacaba demasiado en la sala.
Como el edificio tiene una fachada completamente de vidrio, la TV se colocó de espaldas a la fachada, en un riel instalado sobre una base de piedra, lo que permite moverla y facilita la limpieza. El sofá se posicionó frente al mar y se instaló una persiana blackout para proporcionar más comodidad durante la visualización. La decoración era ligera y limpia, reflejando la serenidad de la costa.
El uso de madera clara, materiales de fibras naturales y piedras con apariencia reciclada hicieron que el espacio fuera aún más acogedor.
El cliente también quería una obra de arte en la sala que no fuera ni demasiado neutral ni demasiado prominente.
La elección de la pieza, colocada detrás del sillón Mole, se hizo con cuidado y mucho análisis, y la definición solo se tomó después de considerar varias piezas de diferentes tamaños y colores.
La obra elegida, de la Galería Cosmos, armoniza con el entorno y encantó al cliente.
La pareja también valora mucho el diseño brasileño y, por lo tanto, se seleccionaron piezas de diseñadores reconocidos como Arthur Casas, Sérgio Rodrigues y Jader Almeida. Se seleccionaron pocas piezas con mucho cuidado para ofrecer estilo y comodidad.
También se incluyeron muchas plantas naturales para aportar más vida al ambiente.
El área de la cocina, que incluye una parrilla, fue planeada para integrar funcionalidad.
Fue equipada con una gran encimera que sirve tanto para trabajar como para reuniones familiares. Y la suite de la pareja, que también tiene una vista privilegiada, ofrece el confort de la madera en el suelo y la estantería, con el cabecero de paja, que transmite una sensación de paz.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Simara Melo Arquitetura Office.
Lugar: Balneario Camboriu, Santa Catarina, Brasil.
Área: 236 m².
Año: 2024.
Fotografía: Eduardo Macarios.
