Fotos | @evergladesalligatorfarm
La imagen popular de Miami se emparenta con playas y bares. Pero cuando se necesita un descanso de la arena y el mar, existen diversos distritos culturales, barrios poco conocidos y los Everglades, uno de los ecosistemas más singulares del mundo.
El Barrio de la Pequeña Habana, es un área predominantemente afroamericanay muy rico en historia: es el hogar del Lyric Theatre donde pasaron desde Louis Armstrong hasta Aretha Franklin. Sus calles están llenas de restaurantes de comida soul y negocios de moda.
Otro paseo que vale la pena para los curiosos de la cultura, y una parada obligatoria para los aspirantes a influencers de Instagram, es Wynwood Walls, una llamativa colección de murales pintados por los artistas callejeros más destacados del mundo en las fachadas de varios antiguos almacenes.
La oferta de lugares placenteros de Miami para disfrutar de cenas al aire libre abarca desde elegantes azoteas con vista a Biscayne Bay hasta relajados cafés en las aceras en Coconut Grove lleno de jardines y excelentes patios para observar a la gente en medio de las tiendas de alta gama a lo largo de la zona peatonal de South Beach.
En medio de los paisajes urbanos que hemos visto hasta ahora, es fácil olvidar que el entorno natural de Miami se caracteriza por llanuras pantanosas y canales bordeados de manglares. Por ello recomendamos visitar el Parque Estatal Oleta River al norte de Miami Beach, donde se pueden realizar excursiones guiadas en kayak.
Vale la pena aventurarse en los Everglades, los humedales extensos a unos 45 minutos en automóvil al suroeste del centro de Miami. Allí podemos ver la fauna o pasear en hidrodeslizadores.
Tenemos una última parada: el puesto de frutas Robert Is Here de Homestead, que se remonta a 1959, cuando Robert Moehling, de 7 años, comenzó a vender productos de la granja de su familia debajo de un letrero en la carretera que anunciaba su presencia.
Décadas después, la familia todavía está aquí, aunque el puesto se ha expandido a un gran mercado con una granja de animales y un área de juegos para niños en la parte de atrás. Además de darle una idea de los antecedentes agrícolas de la zona, Robert Is Here brinda la oportunidad de conocer todo tipo de frutas raras, como el canestel, la guanábana, el zapote mamey, el chicozapote y muchas más de las que nunca habíamos oído hablar.