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La antigua ciudad de Meroë se encuentra en la orilla este del río Nilo, al noreste de Jartum, Sudán. Fue una metrópolis rica en el Reino de Kush durante varios siglos y residencia de reyes. El sitio contiene las ruinas de más de 200 pirámides, conocidas como pirámides nubias por su tamaño y proporciones.
Esta ciudad fue la base de un reino cuya riqueza provenía de una fuerte industria del hierro, así como del comercio internacional con India y China. El hierro era uno de los metales más importantes de la época. Por ello, los herreros de Meroë estaban entre los mejores del mundo.
Además, exportaban joyería, cerámica y textiles a sus socios comerciales. También fue un importante centro religioso, como lo demuestra la gran cantidad de templos y pirámides en el sitio.
En 1821, Frederic Cailliaud fue el primero en llevar el conocimiento de Meroë a los europeos cuando publicó ilustraciones de las ruinas. Karl Lepsius examinó las ruinas con más cuidado en 1844 y entregó bocetos, planos y antigüedades reales a Berlín. La excavación y restauración de las ruinas continúan hasta el día de hoy.
Hay mucho que ver para el viajero en Meroë. Cerca de 200 pirámides dominan el antiguo lugar de enterramiento del Reino Merótico, donde descansan los reyes.
Estas pirámides son mucho más pequeñas que las pirámides egipcias, pero su número las hace igualmente impresionantes. Fueron construidas con bloques de piedra arenisca y eran más empinados que las pirámides egipcias.
Algunas de las capillas funerarias y las paredes de los pilones albergan intrincadas tallas originales. Aunque es evidente una fuerte influencia egipcia en estas esculturas, también hay una influencia meroítica. Esto se ve particularmente en la vestimenta y apariencia de los reyes y reinas en las esculturas.
Los mejores relieves fueron desmantelados en 1905 y divididos por el Museo Británico y el museo de Jartum. En 1910, John Garstang comenzó a excavar montículos encontrados en la ciudad. Gracias a sus esfuerzos, se desenterraron las ruinas de un palacio y varios templos.
Salvar y proteger las pirámides y los demás monumentos que forman parte del sitio es el primer paso para desarrollar un turismo sostenible en Meroë.
Aquellos que visiten este sitio no se sentirán decepcionados. Un paseo entre las muchas pirámides y otros monumentos que se han descubierto permite al viajero adentrarse en un tiempo que pocos tendrán la oportunidad de experimentar.
