Fotos | @ecocamp
El glamping en la Patagonia es un planazo. Cada vez más viajeros buscan esta experiencia para conectar con los paisajes del sur de nuestro país.
Lo que ha impulsado la popularidad de esta modalidad es su capacidad para sumergirnos directamente en la naturaleza, ofreciendo comodidades en un entorno casi virgen.
Con su caleidoscopio de paisajes que abarca lagos y bosques, desiertos y profundos cañones, la Patagonia es una invitación tentadora. Te recomendamos los cinco mejores sitios de Argentina y Chile para disfrutar del glamping.
EcoCamp Patagonia (Torres del Paine, Chuile)
Envuelto por árboles y disfrutando de una vista escondida de las Torres del Paine, EcoCamp Patagonia es un lugar muy elegido para hacer senderismo.
Está situado en el inicio del sendero que conduce al Mirador Base La Torres, el punto de vista más fotografiado. Por ello es que no se pierde tiempo conduciendo dentro y fuera del parque nacional.
Si hacer senderismo es tu única agenda, podés enfrentar el Circuito W, que clásicamente lleva cuatro días y requiere acampar en el campo.
Cuando hacés de EcoCamp Patagonia tu base, puedes retirarte a un acogedor domo geodésico durante tres de las cuatro noches. (La noche que dormís afuera, los guías montarán el campamento para vos en Paine Grande.) EcoCamp Patagonia también es notable por sus credenciales ecológicas, logrando la neutralidad de carbono en 2007.
Patagonia Camp (Torres del Paine, Chile)
Patagonia Camp se encuentra junto a la orilla boscosa del ventoso Lago Toro. Una experiencia de naturaleza más aislada, es la opción de glamping más elevada en Torres Del Paine. Hay 20 yurtas de estilo mongol conectadas por un laberinto de pasarelas, para no perturbar la flora nativa.
Cada suite cuenta con una ducha de lluvia y bañera. Algunas tienen un jacuzzi. Pasá días haciendo senderismo, pescando, paseando a caballo o haciendo kayak. También podés hacer excursión de día completo liderada por expertos más adentro de Torres Del Paine.
Chalten Camp (El Chaltén, Argentina)
Ubicado en el corazón del Parque Nacional Los Glaciares, el pueblo de El Chaltén es la sede de facto para hacer senderismo en la Patagonia argentina.
A dos millas al norte del centro del pueblo está Chalten Camp, una colección de doce domos geodésicos. Situados cerca del trenzado Río Las Vueltas y escondidos en un bosque nativo, cada domo disfruta de impresionantes vistas a la montaña a través de una ventana panorámica.
Después del anochecer, los glampers pueden mirar hacia los cielos estrellados. Durante el día, podés hacer senderismo, andar en bicicleta de montaña o pescar salmones.
Pristine El Calafate (El Calafate, Argentina)
Ubicado en el Brazo Rico del Lago Argentino, Pristine El Calafate invita a los glampers a dormir en uno de sus seis domos geodésicos abrazados por el bosque. Es notablemente la única propiedad que ofrece vistas del Glaciar Perito Moreno.
Cada domo está generosamente distanciado de sus vecinos. Entre las comodidades cuenta con una terraza privada en forma de media luna con impresionantes vistas al lago. Estufas a leña, detalles de madera y jacuzzis de barril de cedro agregan una irresistible acogida en esta boutique patagónica.
Una visita al Glaciar Perito Moreno es el punto culminante obvio al viajar a El Calafate. Sin embargo, no es el único. Salí a la naturaleza, hacé ciclismo eléctrico o senderismo por el campo que te rodea, sumate para montar a caballo por las orillas del Lago Roca o aprendé a hacer asado patagónico sobre las llamas.
Cada noche, en el Domo del Restaurante vas a poder cenar y socializar. También vas a poder disfrutar de una sesión guiada de observación de estrellas antes de un reparador sueño.
Huemules Reserva de Montaña (Esquel, Argentina)
Huemules Reserva de Montaña ofrece una experiencia de dormir memorable en el bosque patagónico. Si bien no es el glamping más lujoso de esta lista, sus comodidades como estufas de leña y batas lo destacan.
Los huéspedes también pueden sentirse bien al contribuir a la historia de conservación de la propiedad. Anteriormente el área servía de pastoreo de verano para el ganado.
Pero esta extensión se convirtió en una reserva montañosa privada, un patio de recreo para entusiastas del aire libre. En los meses más cálidos, podés hacer trekking, ciclismo y paseos a caballo. Cuando hay nieve, podés hacer raquetas de nieve, paseos a caballo o esquí de travesía.
Por la tarde, podés reunirte en el Living Dome para saborear platos gourmet patagónicos como carne de res, cordero y trucha, complementados con ingredientes forrajeros y de origen local como bayas y setas.
