Por | Basa Arquitectura
Una reforma donde conceptos como la calidez y la libertad se asocian con elementos étnicos en tonos claros, marrón, tierra y negro.
La reforma de obra consistió en multiplicar el espacio de guardado. Construimos nuevos tabiques y placards – que se esconden a modo de revestimientos – en el pasillo de acceso al departamento y en el sector privado que lleva a los dormitorios.
“Quiero vivir más liviana”, fue la premisa que nos dio la dueña de casa. Para lograrlo, buscamos potenciar y liberar al máximo cada sector, diseñando espacios flexibles en donde los materiales de los muebles se fusionan con el entorno.
Valoramos la nitidez del recorrido interior, con el uso de líneas puras en las circulaciones. El acceso al departamento nos recibe con un wall art de fotos familiares, contándonos una historia.
Pasamos al living, comedor y cocina integrada, formando un espacio único que nos invita a permanecer y disfrutar en familia.
En el dormitorio principal se apuntó a potenciar la calidez. Para lograrlo, incorporamos un respaldo de cama en madera – a modo de continuación con el roble del piso – y por encima un espejo que agranda el espacio.
Las mesas de luz distintas responden a diferentes necesidades de guardado y función. La blanquería replica los tonos crudos y tierra del living comedor.
El dormitorio secundario habla de una doble función: escritorio de trabajo y dormitorio de visitas para los nietos. Carros con ruedas que cambian de lugar permiten convertir el espacio en cuestión de minutos.
Fuente: Basa Arquitectura