Fotografía |@takemyhearteverywhere
Con su encanto milenario, Edimburgo es un destino imperdible para los viajeros que buscan sumergirse en la rica herencia cultural escocesa.
Uno de los elementos más icónicos de la capital escocesa es su majestuoso castillo, que se alza sobre Castle Rock y domina el horizonte de la ciudad.
Con sus siglos de historia, ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad y es un testimonio vivo de la rica herencia de Escocia.
Edimburgo se divide en dos partes bien diferentes: la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva.
La Ciudad Vieja es un laberinto de estrechas calles empedradas y edificios antiguos que datan de la Edad Media. Acá vas a encontrar la famosa Royal Mile, una calle llena de tiendas, pubs y restaurantes tradicionales escoceses.
La Ciudad Nueva, por su parte, es un ejemplo magistral de arquitectura georgiana. Alberga amplios bulevares y plazas elegantes.
En Edimburgo también florece la cultura. La ciudad es mundialmente conocida por su Festival Internacional, que atrae a artistas y amantes de la cultura de todo el mundo.
No podés visitar Edimburgo sin explorar sus museos y galerías de clase mundial.El Museo Nacional de Escocia, el Museo Real de Escocia y la Galería Nacional de Escocia albergan colecciones impresionantes que te van a sumergir en la historia y la cultura escocesa.