Durnstein es un pequeño pueblo ubicado a sólo 73 kilómetros de Viena, emplazado en una de las regiones más visitadas de Austria, el valle del Wachau, que forma el río Danubio, ofrece a sus visitantes imponentes paisajes y una inmejorable visibilidad panorámica.
El recorrido a pie permite descubrir increíbles muestras de la arquitectura tradicional vienesa. Cada una de sus construcciones ofrece una nueva y particular historia, tal es el caso de las ruinas del castillo de Durnstein, que otorgó a la ciudad su nombre y donde en el año 1192 estuvo cautivo el rey de Inglaterra Ricardo I, más conocido como Ricardo Corazón de León.
Según cuenta la historia en una de sus Cruzadas, Ricardo ofendió al rey Leopoldo de Austria al derribar su estandarte y tirarlo a un foso. A su regreso, el barco se hundió en el Adriático, lo que lo obligó a pasar nuevamente por tierras austríacas, esta vez de incógnito.
No obstante, su verdadera identidad fue descubierta al utilizar monedas de oro y un suntuoso anillo. Así fue capturado por los hombres del rey Leopoldo y encerrado en aquel castillo.
Al parecer durante algunos años nadie supo de su paradero dentro de Austria, hasta que su trovador Blondel decidió viajar por todo el país para dar con él.
Fue recorriendo cada castillo tocando su laúd y entonando una canción que sólo él y Ricardo conocían, así fue que cuando visitó el castillo de Durnstein entonó la primera estrofa de aquella canción y Ricardo contestó con la segunda. A partir de aquel momento Inglaterra y Austria comenzaron las negociaciones para su liberación.
Además de su arquitectura y las historias que allí se construyeron a lo largo de los siglos, este pequeño poblado se hizo famoso por los excelentes vinos que produce, ya que se dan en todo el valle del Wachau las condiciones óptimas para cultivar algunas variedades de uvas de inmejorable calidad.
Entre los varietales más famosos de la región se encuentran los Rieslings secos y los Grüner Veltliners. Según los expertos, las laderas de piedra a orillas del Danubio donde fueron plantadas las vides, dan a estas cepas una identidad y elegancia únicas.
Quienes visiten Durnstein deberán tener en cuenta también que toda la región del Wachau, que se extiende por unos 30 kilómetros, ha sido declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, no sólo por su belleza natural y arquitectónica, sino también porque en aquellas tierras se han encontrado incontables pruebas de haber estado habitada desde épocas prehistóricas.
IMPERDIBLE
Hauptstrasse. Esta calle está rodeada por casas de los siglos XVI al XVIII.
Ruinas de la Kunigunderkirche. Iglesia gótica del siglo XIII.
Castillo de Dürnstein. En 1645 fue destruido por el imperio sueco y su restauración se realizó en 1710 en estilo barroco.