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Dior Pre-Fall 2025. Un desfile en el corazón espiritual de Kioto

Dior Pre-Fall 2025

Fotografía | Dior
La maison Dior presentó su colección Pre-Fall 2025 en un escenario que combinó espiritualidad, tradición y belleza natural: los jardines del templo To-ji en Kioto, Japón.

Este histórico lugar, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se convirtió en el telón de fondo de una propuesta donde la moda dialoga con el arte, la memoria y la contemplación.

La directora creativa Maria Grazia Chiuri reafirma su apuesta por la conexión entre culturas y oficios, reimaginando la herencia de la casa francesa con una mirada profundamente japonesa.

Dior Pre-Fall 2025

UNA LOCACIÓN EMBLEMÁTICA

To-ji, el templo budista fundado en el siglo VIII, se encuentra en el corazón de Kioto y es reconocido por su pagoda de cinco pisos, la más alta de Japón.

Elegir este sitio no fue una decisión aleatoria: en sus jardines cargados de simbolismo y serenidad, Dior quiso rendir homenaje al vínculo histórico que une a la maison con Japón desde mediados del siglo pasado.

Fue en 1953 cuando Christian Dior visitó por primera vez el país asiático, fascinado por sus tejidos, formas y sensibilidad estética.

Dior Pre-Fall 2025

Aquella fascinación se convirtió en una fuente de inspiración que, décadas después, sigue nutriendo el universo creativo de la marca.

DIOR PRE-FALL 2025: UNA COLECCIÓN QUE RESPIRA JAPÓN

La colección Dior Pre-Fall 2025 tomó elementos característicos del vestuario tradicional japonés y los reinterpretó con una mirada moderna.

Se vieron chaquetas con siluetas similares a las del kimono, faldas rectas que caen con elegancia, pantalones anchos pintados a mano y vestidos envolventes con transparencias sutiles.

Dior Pre-Fall 2025

Cada prenda parecía dialogar con el entorno, como si la naturaleza misma hubiese dictado la paleta de colores y texturas.

La artesanía fue protagonista, con bordados meticulosos, flecos de seda y materiales nobles que aportaban ligereza y movimiento.

Chiuri trabajó junto a los talleres tradicionales de Kioto, entre ellos el famoso atelier Tatsumura, reconocido por preservar técnicas textiles ancestrales. Esta colaboración permitió incluir motivos clásicos de la iconografía japonesa, pero integrados con un lenguaje contemporáneo y universal.

Dior Pre-Fall 2025

En lugar de imponer una estética occidental, la propuesta supo adaptarse con respeto y admiración a la cultura local.

MAQUILLAJE INSPIRADO EN LOS CEREZOS

El equipo de maquillaje, encabezado por Peter Philips, acompañó esta narrativa con una propuesta visual inspirada en la floración del cerezo, uno de los símbolos más poéticos de Japón.

Los tonos utilizados —rosados suaves, burdeos diluidos, y un acabado translúcido— reforzaban la idea de belleza natural y etérea.

Dior Pre-Fall 2025

Sin contornos marcados ni iluminaciones excesivas, el maquillaje parecía una pincelada acuarelada que se integraba perfectamente al espíritu de la colección.

UNA EXPERIENCIA SENSORIAL

Más que un simple desfile, Dior Pre-Fall 2025 fue una experiencia multisensorial. La puesta en escena, con iluminación tenue entre los árboles, música que evocaba melodías tradicionales y una pasarela natural entre piedras y vegetación, sumergió al público en un viaje íntimo y reflexivo.

La moda, en este contexto, adquirió una dimensión espiritual: cada modelo que caminaba era parte de una ceremonia silenciosa, donde cada movimiento contaba una historia de respeto, memoria y transformación.

Dior Pre-Fall 2025

EL DIÁLOGO ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE

Esta nueva entrega de Dior no solo busca impactar desde lo estético, sino también proponer una reflexión sobre la belleza en clave global.

Maria Grazia Chiuri vuelve a posicionarse como una de las voces más coherentes del diseño contemporáneo, capaz de tender puentes entre culturas sin caer en la apropiación ni en la nostalgia vacía.

En Dior Pre-Fall 2025 se percibe una voluntad de aprendizaje, una apertura a las tradiciones ajenas como forma de enriquecer la propia visión creativa.

El desfile en Kioto no fue casual ni oportunista: responde a una línea que la maison ha venido construyendo desde hace años, en la que la moda se entiende como una herramienta para la conexión cultural.

Lejos de los grandes centros urbanos y de los escenarios clásicos de la alta costura, este show demostró que el lujo también puede habitar en la introspección, en lo artesanal y en el respeto por lo local.