Fotografía | nick_skeyes
Cada año, el segundo fin de semana de mayo, los Países Bajos celebran el Día Nacional del Molino, conocido como “Nationale Molendag”.
Este evento conmemora una parte esencial de la historia y cultura holandesa: los molinos de viento y de agua.
Con más de mil molinos participando en la celebración, esta fecha se convierte en una oportunidad única para que los visitantes exploren estos monumentos históricos y comprendan su importancia en el desarrollo del país.
ORÍGENES E IMPORTANCIA DE LOS MOLINOS
Los molinos de viento y agua en los Países Bajos tienen una larga y rica historia. Inicialmente utilizados en la Edad Media, estos ingenios se convirtieron en una parte integral de la vida cotidiana holandesa.
Su principal función era drenar el agua de las tierras bajas para convertirlas en áreas habitables y agrícolas, un proceso conocido como “polderización”.
Además, los molinos se utilizaron para moler grano, aserrar madera, y bombear agua, desempeñando un papel crucial en la economía y la infraestructura del país.
DÍA NACIONAL DEL MOLINO: UN EVENTO PARA TODOS
Durante la “Nationale Molendag”, cientos de molinos en todo el país abren sus puertas al público.
Los visitantes tienen la oportunidad de explorar el interior de los molinos, escuchar las historias de los molineros y aprender sobre el funcionamiento y la historia de estos impresionantes mecanismos.
Los voluntarios, muchos de ellos apasionados molineros y guías, comparten su conocimiento y entusiasmo, ofreciendo una experiencia educativa y entretenida.
Este evento no solo es una celebración de la ingeniería y la historia, sino también una oportunidad para que las familias y los visitantes de todas las edades participen en actividades culturales y recreativas.
En muchos molinos, se organizan talleres para niños, demostraciones de molienda, y ventas de productos locales como harina, aceite y mostaza producidos en el propio molino.