Por | Alejandro D’Acosta | Fotografía | Onnis Luque
Casa Silencio comprende el contexto. El edificio se definió a partir de una antigua fábrica de mezcal, de la Montaña Sagrada como vista principal y de la relación con la puesta del sol. Se precisó como prioridad la vista para recibir la noche, con las estrellas y la luna.
Los vacíos son los espacios principales en Casa Silencio. Existen también para conectar el exterior con el interior.
Al igual que en los sitios prehispánicos, este edificio se habita desde fuera y las construcciones forman un laberinto de espacios interiores que están en constante diálogo con el exterior, con la naturaleza y con el paisaje.
Casa Silencio utiliza materiales del lugar, exponiendo su apariencia inmanente. Surge de la tierra y se integra al entorno.
Es arquitectura a puerta cerrada, nada salió de la construcción en forma de basura y cada material de la obra se reutilizó con alguna otra función.
Casa Silencio honra las tradiciones, es arquitectura emocional que evoca la sensibilidad y el descubrimiento.
Un monasterio contemporáneo, un espacio de inmersión en el que se crea y se experimenta la bebida, que invita a reconciliarse con los orígenes mientras se habita ese lugar sagrado.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Alejandro D’Acosta.
Ubicación: Xaagá, México.
Área del proyecto: 3000 metros cuadrados.
Año del proyecto: 2021.
Fotografía: Onnis Luque.