Por | delavegacanolasso | Fotografía | Paco Marín
Un terreno con bastante inclinación, repleto de pinos y encinas y cubierto por un manto verde propio de la primavera, fue lo que se encontró la primera vez que se visitó el lugar. Un entorno que respetar y potenciar. Con identidad y características propias. Es bonito cuando el sitio te sugiere desde el principio el lugar que ha de ocupar Casa Fresnos.
El claro de luz entre los pinos dibujó incluso su dimensión, marcando sus límites que no crecieron con el deseo de mantener todos los árboles y alterar lo mínimo posible el terreno. Por eso, la estructura parte de la cota natural, apoyándose sobre un muro del que nace un voladizo atirantado.
Desde allí se puede disfrutar de las vistas del pinar que ya se intuían privilegiadas, durante los agradables picnics que hicimos en lo que ocupa ahora la terraza. En ella se recorta un hueco para dejar pasar el tronco de un pino.
Con naturalidad se proyectó la propiedad, sencilla y agradable. Cerrada a la calle y abierta al paisaje, incorporando el entorno.
Un refugio que funcionase como un gran porche donde estar protegido, a cubierto en mitad de la naturaleza. Se pensó que la manera de tocar el terreno lo mínimo posible era a través de un sistema industrializado. Pero a la vez se quería incorporar la gracia y los matices de la obra tradicional.
Pareció que un sistema mixto tenía mucho sentido, así que se combinaron módulos tini® totalmente fabricados en taller con muros de ladrillo manual encalados, el voladizo que no toca el terreno con el barro que sale de él y quiere estar cubierto de parra y jazmín, contraste de lo actual y lo atemporal que da una arquitectura rica y que mejora con el paso del tiempo.
Cuando usás un sistema industrializado la modulación es importante, y Casa Fresnos está modulada. Cada habitación con su baño son una tini, y el estudio otra completamente independiente. Es fundamental la separación del espacio donde uno trabaja, que además brinda la oportunidad de recorrer por las mañanas el jardín, cuando aún está freso y el verde de las hojas es intenso.
Tres crujías más, que siguen dicha modulación, componen estar, comedor y cocina. Se ejecutaron in situ, y sus cubiertas flotan sobre el muro de ladrillo gracias a una ventana rasgada, que recorre todo el largo de estos espacios.
Siguiendo este mismo concepto de sencillez, el garaje es una estructura muy ligera de tramex que parte desde la calle y se apoya en 3 pilares metálicos. Acompañando la pendiente natural, traviesas de pino y grava dan vida a la escalera que serpentea entre los troncos de los pinos guiándote hasta la puerta.
El estudio se inclina con relación a la vivienda. Gusta este gesto porque evoca las calles de los pueblos donde en cierto momento los volúmenes se acercan estrechándolas, para a continuación, dar paso a la luz que las abre al llegar a la plaza. El jardín es en esencia el pinar existente completado con varios arces y liquidambar que le dan el cambio de color con las estaciones y ese verde fresco que tiene la hoja caduca.
Se han plantado además higueras, limoneros y naranjos y construido una alberca en la parte baja del jardín, donde se recoge el agua de lluvia y crecen azucenas acuáticas y calas. Gracias a un fino caño de cobre, se puede escuchar el murmullo del agua desde la terraza.
Con honestidad, cada material se muestra tal y como es porque queremos que denoten el paso del tiempo en Casa Fresnos. Por eso, la estructura se deja vista en su color, al igual que las embocaduras de acero de las ventanas. La madera tiene matices que combinan con la rugosidad del metal, por eso gusta combinarlos en fachada. En este caso, pino recuperado carbonizado en el estudio y en la propiedad pino termotratado.
Como se creyó que las viviendas tienen que transmitir serenidad, en el interior se utilizaron tonos amables y maderas abedul en el estudio y contrachapado de pino en el hogar, combinado con suelos de piedra caliza en bruto con un despiece irregular. Los toques de color los da el mobiliario y los almohadones comprados en Marruecos.
Hay una clara influencia en el diseño de esta propiedad y en el trabajo en general de las cases study houses, esos diseños ensenciales y atemporales, grandes ideas ejecutadas con poco. De esta manera se buscó lo esencial, que la arquitectura sea fundamental siendo lo menos importante del jardin. Una propiedad que sea un porche, un espacio protegido desde el que disfrutar el paisaje.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: delavegacanolasso.
Ubicación: Madrid, España.
Área del proyecto: 142 m².
Año del proyecto: 2023.
Fotografía: Paco Marín.