Por | Hábitat-estudio de arquitectura | Fotografía | Nicolás Provoste
Casa en 100m2 se establece en un paisaje contrastado por una parroquia, cuyas viviendas nacen de lo informal hasta su consolidación, y un contexto natural rodeado por montañas y ríos.
Las edificaciones aledañas presentan tres características esenciales. Arquitectura tradicional (reconocida como patrimonio), edificaciones con una formalidad impuesta por la tradición y otra parte que conjuga el orden junto con el crecimiento informal de la vivienda.
Dentro de este contexto de crecimiento informal a nivel de urbe se produce (contrario a lo planificado), un lote restante de 100m2 esquinero. El cual pasa en abandono desde la consolidación de la parroquia. Debido a sus características morfológicas produce rechazo para la construcción de vivienda.
Y es que su forma irregular, junto con su pendiente pronunciada y su contexto aledaño patrimonial sugiere canalizar todas las variables para consolidar una estrategia proyectual que contextualice una vivienda contemporánea en el sitio.
Por lo tanto, son estas mismas condicionantes las que condujeron al diseño hacia la desconstrucción de la forma. Es decir, la irregularidad del terreno es la condición a la que se sujeta la figura. Caso contrario ingresar una regularidad sería descontextualizar el objeto arquitectónico.
De esta manera, se levanta un solo volumen (unidad) y se abstraen las partes necesarias relacionando los ámbitos funcionales, estructurales, de figura, climáticos, de experiencia, entre otros.
Por otra parte, la vivienda se maneja a nivel de escenarios relacionados a la dinámica de la luz. El sector se destaca por su clima cálido en donde sus temperaturas comparado con el contexto de la sierra ecuatoriana son elevadas. Debido a esto se proyecta una envolvente de ladrillo para regular la capacidad térmica de la vivienda y al contrario de exponer el interior, se lo protege y se aprovecha el recurso de la sombra para ayudar al confort térmico.
Con relación a la luz y sombra, la vivienda maneja escenarios relacionados a su circulación vertical con el encuentro de un nivel superior. Es decir, se proyecta una rampa en un jardín que abunda la penumbra (espacio amortiguador del calor para la planta baja). Al ingresar a la vivienda se abre toda una planta iluminada para posteriormente estar conectada con una caja de gradas obscura y nuevamente llegar a un espacio amplio e iluminado.
Cada tipo de trabado de ladrillo permite tener una experiencia combinada con la capacidad de ingreso de luz por sus aberturas y la privacidad que proyecta al interior.
En cuanto a los espacios proyectados, se los realiza con una visión de hábitos, no de habitaciones. Es decir, también se ofrece cierta flexibilidad espacial que muestra el cambio de estilo de vida de las personas. Casa en 100m2 aparte es una vivienda para fin de semana.
Por lo tanto, se pretende proyectar convivencia en planta baja con un patio que contiene un hidromasaje hacia al interior, la existencia de espacios de interacción o salas de reunión permiten darle una dinámica de uso. Junto con sus dormitorios tanto rígidos como espacios de descanso que pueden ser flexibles al cambio.
La materialidad vivienda es una propuesta de sistematización de la industria y mano de obra local. El ladrillo pintado de blanco pertenece a la parroquia aledaña de Malacatos, y el ladrillo visto a la ciudad de Cuenca.
La arcilla como el sistema constructivo exponen parte de la respuesta hacia el contexto patrimonial. Y como la arquitectura contemporánea ingresa en ese contexto sin la imitación, sino con nuevas respuestas al cambio de estilo de vida de las personas y como puede ser íntegra con un contexto natural, patrimonial y social.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Hábitat-estudio de arquitectura.
Ubicación: San Pedro, Ecuador.
Área del proyecto: 165 metros cuadrados.
Año del proyecto: 2022.
Fotografías: Nicolás Provoste.