Por | Taller Estilo Arquitectura | Fotografía | Tamara Uribe
El concepto de nido proviene del latín nidus. El término se refiere al refugio que construyen las aves con ramas, pajas y otros elementos. Tal como estos hacen sus nidos, la respuesta a Casa El Nido fue lograr un refugio para vivir y disfrutar sin mayores complicaciones. Creando a través de una paleta de materiales mínima y simple un proyecto sencillo, pero de riqueza espacial.
Casa El Nido se construye en un lote de 4.70 x 26.00 mts y nace como una respuesta a las necesidades de los usuarios a tener un espacio en donde se generen experiencias, actitudes e ideas.
Tejiendo un edificio preexistente y otro totalmente nuevo, creando una sutura con un espacio vacío, dándole al edificio nuevo el protagonismo como un envolvente protector de los habitantes.
La parte existente actúa como punto de entrada a la casa y se rescató en su esencia original con pisos de pasta originales, muros estucados y pintados. Dejando solo un vestigio expuesto de los muros de mampostería de piedra y plafones estucados con la estructura metálica expuesta.
Esta construcción alberga la sala interior y dirige al usuario hacia el punto de transición y hacia el nuevo edificio.
El punto de sutura entre ambos edificios es un espacio abierto que permite observar y dimensionar el elemento contemporáneo totalmente terminado en cemento gris bruñido y muros plegables de cristal. Este espacio de transición alberga una pequeña piscina y un patio abierto rodeado de jardín principalmente de elementos pétreos, tanto en muros como en pisos.
CASA EL NIDO BUSCA LA TRANQUILIDAD EN EL REMANSO DE SU PATIO
El gran volumen alberga el comedor a doble altura, área de cocina y una recámara con baño y jardín interior en planta baja. Y un estudio y otra recamara con baño completo en planta alta, con la lógica de crear las áreas públicas al frente y las privadas en la parte posterior.
Se tomaron los elementos básicos del espacio, muros, losas y pisos. Se generaron dos muros colindantes de carga y una losa apoyada sobre ellos que genera un gran volumen el cual puede albergar dos niveles, gracias al uso de un entrepiso.
El volumen generado se cierra en los extremos según las necesidades para crear los espacios interiores que acogen la distintas actividades de la vida diaria.
Muros y plafones se recubrieron de cemento bruñido gris dejando en planta baja los pisos de cemento bruñido y pulido blanco. Mientras que en planta alta se usó un recubrimiento de piso de bambú.
El cubo de circulación vertical separa el área publica de la privada y da acceso al nivel de entrepiso y a la azotea. Donde se aprovecha el área para crear a la sombra de un árbol un área de descanso y observación de la ciudad.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Taller Estilo Arquitectura.
Ubicación: Mérida, México.
Área proyecto: 144 metros cuadrados.
Año proyecto: 2020.
Fotografía: Tamara Uribe.