Por | KLG Architects | Fotografía | Paris Brummer
En la singular topografía de Betty’s Bay, entre la majestuosidad de la montaña y la serenidad del océano, se alza la Casa de las Dunas.
Este enclave se destaca por su delicada ecología natural, profundamente afectada tanto por las alteraciones causadas por décadas de construcción indiscriminada como por el desafiante clima ventoso característico de la zona.
Desde el inicio, este contexto fue clave en el diseño de la vivienda. La propuesta arquitectónica se fundamentó en crear un edificio que articula dos momentos definitorios, respondiendo con sensibilidad al entorno y a sus desafíos.
En primer lugar, se concibió un techo distintivo para proporcionar protección frente a las condiciones de viento dominantes. Que durante los meses de verano llegan fuertemente desde el aspecto marino (SE), mientras que en invierno provienen de la montaña (NW).
El ápice curvado del techo se diseñó para permitir que el viento pase por encima y proteger el espacio de vida al aire libre de la elevación que da a la montaña durante los meses más cálidos.
Mientras que la propiedad misma se convierte en un bastión durante las partes más frías del año. Al mismo tiempo, el techo se convierte en una extensión del paisaje de dunas ondulantes que abarca el sitio y sus alrededores.
En segundo lugar, toda la estructura se elevó sobre el terreno mediante postes de madera. Esto eleva los espacios sobre el delicado entorno de dunas, lo que permite que el paisaje se rejuvenezca después de la construcción y permite que pequeña fauna autóctona, como ratones y topos, tengan un paso conservado que hubiera sido impedido si esta fuera una pared sólida hasta el suelo.
Las dunas también tienden a migrar naturalmente con el tiempo. Y elevar la estructura del suelo permite que el paisaje evolucione sin interrumpir los espacios en general.
Para los cimientos de los postes, se implementó una metodología innovadora en la que todo el suelo excavado se reutilizó. No se retiró ningún suelo del sitio.
En su lugar, se utilizó para estabilizar el relleno alrededor de los postes, junto con su uso en la mezcla de concreto de los cimientos.
Los propios cimientos utilizan una base inusual, con el uso de barriles como encofrado permanente. Minimizando así el derrame de concreto y la contaminación en el entorno circundante.
Encarnadas por estos momentos definitorios, las estructuras de habitación y la estructura de invitados crecieron a partir de las dunas.
Los espacios habitables son abiertos y se extienden hacia las vistas más allá, ofreciendo un refugio de las condiciones climáticas a menudo volátiles, convirtiéndose en un santuario durante estos momentos.
Al mismo tiempo, las extensas puertas correderas acristaladas conducen a terrazas abiertas, que abren la vivienda al panorama envolvente de océano, cielo y montaña cuando el clima lo permite. Esta ética de estar en sintonía con el entorno abraza y acepta los elementos.
Estas zonas habitables están divididas por un pasillo elevado que se eleva por encima del plano del suelo. Una tipología sinónima de los paseos marítimos de la costa local, formando una continuación del eje desde la montaña hasta el océano.
La madera se eligió como el elemento estructural y de acabado principal por sus propiedades sostenibles, lo cual fue un reflejo continuo del enfoque sensible que adoptamos desde la etapa conceptual influenciado por las condiciones encontradas en el sitio.
En contraposición a esto, elementos ocasionales de gabiones proporcionan una base táctil para la tierra y forman un medio de anclaje para los momentos definitorios, a saber, el eje central del pasillo y la terraza que da al mar.
La madera de alerce se dejó sin terminar para permitir que se vuelva gris y se desvanezca tonalmente en el paisaje. Este lenguaje se continúa en los interiores, con los acabados de madera proporcionando un telón de fondo para que los habitantes poblen los espacios. Casa de las Dunas es del lugar. Una vivienda que se encuentra cómodamente dentro de su entorno natural y ventoso, permitiendo que sus usuarios sean custodios del paisaje en el que habitan.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: KLG Architects.
Lugar: Betty’s Bay, Sudáfrica.
Año: 2022.
Área: 166 m².
Fotografia: Paris Brummer.
