Por | Cherem Arquitectos | fotografía | Enrique Macías
Casa Candelaria está ubicada a las afueras de San Miguel de Allende. Fue concebida bajo conceptos que detonaran la fuerza en su presencia y pertenencia al lugar donde se desplanta.
Para eso, se decidió retomar el partido de las haciendas mexicanas y resolver el programa alrededor de patios que por sí mismos contienen una actividad que cohesiona la tensión y la relación de las funciones de los cuerpos que los circundan.
Otra intención clave para el desarrollo del diseño fue la decisión de usar como sistema constructivo muros de tierra compactada propia del lugar.
Con ese objetivo, se usaron agregados naturales que permiten llevar la tierra al tono negro que se buscó como elemento de integración y mimetismo con el entorno donde se pretendía que el elemento principal fuera la vegetación.
En cuanto a las bondades que el uso de la tierra compactada nos brinda, se encuentra la conservación térmica. Es que con muros de 50cm de espesor, en un lugar de clima extremo, se buscaba lograr espacios que durante el día pudieran permanecer frescos.
Y por las noches, con el viento y el frio del lugar, los muros de tierra por el contrario irradiarían hacia el interior la ganancia térmica que obtuvieron durante el día, generando espacios cálidos.
Esa estrategia, junto con el ahorro en la compra y traslado de materiales desde sitios lejanos, hacen que la eficiencia en tiempo de construcción, costo y resultado funcional se optimice de la mejor manera posible.
CASA CANDELARIA Y SU CONEXIÓN CON EL PAISAJE
Volumétricamente, Casa Candelaria resuelve cada uno de los espacios de manera independiente. Generando bloques de tierra negra con predominación de macizos y abriéndose a la naturaleza que los rodea por medio de vanos.
Dichos vanos nacen de piso a 2.44 metros de altura en grandes ventanales en cada cuerpo. La privacidad y el control de luz natural se da por medio de paneles de madera con persianas giratorias a manera de placas. Cuya función es generar una apertura e integración total con el espacio exterior.
Programáticamente, este proyecto se desplanta en un terreno de cuatro hectáreas y consta de una casa habitación principal. La casa grande, y otra de menores dimensiones, la casa de huéspedes, una casa club, la casa del vigilante y una pista de jogging de un kilómetro que une y cohesiona todo el proyecto en sí.
Esto da paso a lo largo de su recorrido a actividades de estar, contemplación y tránsito entre los volúmenes que conforman el conjunto de la casa.
La casa grande consta de 12 volúmenes que se organizan entre si alrededor de dos grandes patios principales.
Estas dividen las zonas públicas y privadas de la casa con 930 metros cuadrados construidos y 630 metros cuadrados de áreas exteriores.
Entre ellas hay patios, terrazas, alberca y jardines propios del área de habitaciones, y dos pasillos interiores que tejen el total de los volúmenes hacia el exterior.
La casa de huéspedes consta de cuatro volúmenes unidos por un patio central techado y 200 metros cuadrados de construcción.
Los materiales empleados en este proyecto como grandes protagonistas son la tierra compactada, madera de parota en interiores y piedra arqueológica en exteriores, acompañados en menor medida de concreto, canceles de herrería y pisos de pasta.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Cherem Arquitectos.
Ubicación: San Miguel de Allende, México.
Año proyecto: 2016.
Fotografía: Enrique Macías.
