Por | Nutum estudio | Fotografía | Manolo Solís
La parcela de Casa AHAU se encuentra entre medianeras en el borde del centro de Mérida. Y debía solventar a la par su encaje con sus vecinos, así como la búsqueda de un lenguaje poético que fuera evocador del contexto cultural en el que se ubica: “El Mayab”.
Hay una voluntad por reivindicar unos lenguajes propios de este paisaje histórico de la península. Es por lo que se ha procurado usar materiales que entronquen con la tradición, como el chukum para los acabados o el Tzalam para las carpinterías. Pero también se ha querido dar una mirada actual al lenguaje de los estilos arquitectónicos mayas, como la adaptación del gran arco del llamado palacio del Gobernador en Uxmal.
El uso de dicho arco persigue una finalidad poética, pero también política. Sin querer borrar el pasado artístico colonial, se pretende reivindicar unas formas que fueron largamente olvidadas y conseguir monumentalidad recurriendo al paisaje prehispánico.
Casa AHAU recibe al visitante con un grafiti que dice ki’imak k óol taale’ex waye (estoy contento de que estés aquí) sobre el anuncio metálico que había en una de las medianeras. Único testimonio del anterior garaje que ocupaba toda la parcela.
La losa de concreto dónde sólo podían habitar los coches, debía levantarse para pasar a ser un espacio para los humanos. Y dónde no crecía ni un hierbajo debía convertirse en un vibrante vergel.
“El calor del trópico no debe resolverse con climatización, sino que se debe hacer con la propagación de la flora. Así como, con la utilización de materiales permeables en el suelo” – propone Nutum.
Como la parcela era muy estrecha pero muy larga, se decidió que las unidades funcionales de la vivienda estarían repartidas en tres volúmenes intercalados por 4 patios, que permitieran siempre generar ventilaciones cruzadas y frescor dentro del hogar.
Al mismo tiempo se quería que la propiedad se descubriera en cada nuevo paso. Generando una experiencia propia para cada espacio y cada uso, que permitieran crear la idea de un proyecto en continuo crecimiento. No se avista el fondo, no se ven los límites.
Las unidades comunes se encuentran en los dos primeros volúmenes. El primero es para la cocina-comedor que se vuelcan mediante una cristalera de pared a pared al patio con detalles que está presidido por la alberca.
El segundo volumen, es el que queda cerrado por el gran arco. Dentro hay el sofá y las sillas para reunirse para conversar, así como un proyector que sobre una de las paredes permite que el gran espacio se convierta en un cine.
Todos pasaron cada vez más tiempo entretenidos por el audiovisual. Se reunieron con amigos para hacer maratones de series, y lejos de querer negar una realidad, se pretendió ensalzarla y convertirla en una actividad común susceptible de ser socializada.
Las series no deberían verse en una pequeña pantalla, aislados, sino que siempre es mejor disfrutarlas en compañía en un cine.
Finalmente, las habitaciones están en la parte más íntima de Casa AHAU, en el fondo de la parcela y en la planta superior. Mirando siempre a los patios que se llenaran de las flores amarillas de los dos árboles jabín que se han plantado.
La vegetación es un elemento arquitectónico más, y sirve para darles la privacidad que su uso requiere, así como proteger los acristalamientos del fortísimo sol tropical.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Nutum estudio.
Lugar: Mérida, Yucatán, México.
Año: 2023.
Área: 150 m².
Fotografia: Manolo Solís.