Por | Ksymena Borczynska
De viaje por Costa Rica cuando empezó la pandemia, la pareja encontró un terreno en la selva y se decidió a crear Casa abierta allí. Se instaló una tienda de campaña y se pasó unos meses viviendo ahí y conociendo la zona. Luego, se empezó a construir la vivienda, poco a poco, siguiendo las ideas y necesidades que surgían del conocimiento del lugar.
Lo que se tenía claro era que se quería pasar los días al aire libre, explorar la naturaleza, y que se quería que la propiedad tuviera un impacto mínimo en el medio ambiente.
También, se quería diseñar y construir todo lo posible. Se diseñó y se construyó a mano la mayor parte de la estructura y los muebles. La pareja desarrolló sistemas de agua y electricidad sin conexión a la red y creó el concepto de iluminación.
El ligero techo ondulado está sostenido por finas columnas dobles y vigas dobles. Todas hechas de la misma madera semidura local de 2”x2” llamada laurel. Las columnas están ancladas en una serie de pequeños fundamentos de hormigón.
En el interior de Casa abierta en la jungla, el terreno arcilloso natural y su topografía se conservan y se cubren con una capa de gravilla, de la que se elevan plataformas de madera y hormigón. El agua de lluvia, que fluye desde el tejado hasta el canalón de madera, abastece un depósito de agua y una pequeña piscina.
Las cortinas se cierran durante las lluvias fuertes, proporcionando una protección translúcida que baila con el viento.
El diseño ligero y flexible funciona bien en esta zona, donde la actividad sísmica y los movimientos del suelo son comunes. El uso de componentes ligeros permite que una sola persona construya la estructura.
Los espacios están definidos por su entorno, que los encierra, los amplía, abre vistas… Por la noche, una suave luz cálida define las columnas e ilumina los espacios y la naturaleza que los rodea. Los árboles de alrededor dan sombra a la casa y corre una brisa del valle en el bosque.
Eso, y obviamente el carácter abierto de la estructura, evita la acumulación de calor y humedad. No se corta ni un solo árbol para construir la propiedad, sólo hubo que retirar algunas ramas peligrosas.
Vivir en Casa abierta en la jungla significa estar en contacto constante e intenso con la naturaleza. Se podían sentir todos los cambios de luz, viento, temperatura, humedad. Hay un sinfín de olores. Se llegaron a conocer a todos los animales que viven alrededor y dentro de la vivienda, sus personalidades, sus costumbres. Los despiertan los cantos de los loros y los monos y la melodía continua y siempre cambiante se prolonga durante todo el día.
Nunca se ha tenido una mala experiencia con los animales. Se quitaron serpientes venenosas con las pinzas y se soltaron en la selva. La amplia y personalizada mosquitera da la protección que se necesitan por la noche. Y el diseño tan sencillo del hogar, sin partes ocultas o de varias capas, permite ver qué criaturas quieren cohabitar. Y luego, decidir si se está dispuesto.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Ksymena Borczynska.
Ubicación: Costa Rica.
Área del proyecto: 150 metros cuadrados.
Año del proyecto: 2022.
Fotografía: Ksymena Borczynska.