Por | David Martínez | Tangram Arquitectura + Diseño
Balneario de Ariño está enmarcado dentro de un ambicioso plan director que ordenará el crecimiento futuro del hotel-balneario. Este proyecto supone el punto de partida en la ejecución del mismo.
Dos son los objetivos con los que esta fase comienza. En primer lugar, ampliar la oferta de Balneario de Ariño mediante un nuevo concepto de habitación aislada. Y en relación directa con la naturaleza.
Y en segundo lugar dar un primer paso en la integración del hotel – balneario en el territorio en el que se enmarca. Colonizando los límites del mismo mediante elementos de baja densidad, que actúan como transición entre el gran volumen construido y el entorno natural en el que se ubica.
La intervención consta de 4 módulos tipo, uno doble y otro adaptado. Así como un sutil camino que da servicio a estos. Este último, perpendicular al volumen principal, discurre en un primer término paralelo al GR para después ramificarse, perder escala y deconstruirse conforme al acercarse a cada estancia.
Los módulos se plantean como elementos aislados. Alejados del edificio principal y dispersos en el lugar aunque obedeciendo a un cuidado posicionamiento y circulaciones. Garantes ambos de la privacidad de los usuarios.
Lo cual posibilita la apertura de grandes ventanales y terrazas que maximizan la relación con un paisaje dominado por la sierra, la presencia de fauna autóctona y recientes pinos que se extienden desde la montaña y se entremezclan con las variadas especies que durante años se han desarrollado a la sombra del hotel.
El acceso a los módulos se produce de forma frontal. Evitando el vestíbulo y generando así una sencilla distribución abierta que incorpora las partes ‘limpias’ del baño al espacio principal.
El camino se ejecuta mediante hormigón cepillado tanto por su aspecto ‘terroso’ como por la necesidad de accesibilidad. Los pequeños senderos que dan acceso individual a los módulos se definen mediante lajas de piedra sueltas que dejan crecer la vegetación entre ellas mimetizándose con el lugar.
Los módulos se ejecutan mediante una estructura prefabricada de madera que optimiza la construcción. Y que parece flotar gracias a cuatro ‘pies’ retranqueados de H.A. que lo aíslan del terreno.
Exteriormente se ha optado por una piel neutra, que recuerda a las grandes rocas de la ladera. A base de paneles de fibrocemento que tienen su reflejo en el interior como acabado en las zonas húmedas y mobiliario, quedando la tarima de madera de pino como acabado del espacio principal y responsable de generar una agradable atmosfera en el interior.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: David Martínez | Tangram Arquitectura + Diseño.
Ubicación: España.
Año del proyecto: 2017.
Fotografía: Iñaki Bergera.