Fotografía| @martacfort
En el corazón de Belgrano, el hogar de Marta Fort se destaca como un refugio de refinamiento y comodidad. Más allá de los amplios ventanales que abrazan la luz natural y ofrecen vistas encantadoras de Buenos Aires, este lujoso departamento es un testimonio de elegancia única.
Desde el inmenso sillón en el amplio living, diseñado para interminables sesiones cinematográficas y siestas eternas, hasta el baño principal que refleja la opulencia del patriarca chocolatero, cada rincón es una oda al lujo.
Las paredes de mármol grisáceo y blanco, los grifos con forma de cisne y las luces que emulan candelabros convierten el baño en un santuario de sofisticación.
La mezcla ecléctica en el living, donde fotos y cuadros rinden homenaje al legado de Ricardo Fort, se complementa con la presencia de un piano de cola y sillones distintivos. Este espacio no solo es un reflejo del gusto refinado de Marta Fort, sino también una fusión única de conservadorismo y modernidad.
El dormitorio de Marta Fort exhibe vibrantes tonos fucsia y está adornado con varios cuadros llenos de colores, incluyendo uno de un perro y otro de su padre.
El hogar de la hija de Ricardo Fort, con su vista envidiable y detalles meticulosos, es mucho más que un simple retiro; es una declaración de estilo y opulencia que perdura en cada rincón.