Los arándanos son la piedra preciosa de las verdulerías. Su color, textura y sabor los hacen agradables a todos los sentidos, ya sea que se coman frescos o en distintas preparaciones. Y como si fuera poco, contienen propiedades beneficiosas para la salud.
Los arándanos tienen una capacidad antioxidante inigualable. Son un freno a los radicales libres que atentan contra la salud y la belleza y son un ingrediente valorado porque dan un toque cosmopolita a la cocina.
Ocupan el lugar de privilegio entre frutos y verduras por su poder antioxidante y por su versatilidad a la hora de cocinar con ellos: se pueden consumir como fruta fresca, en mermelada, platos dulces y salados, postres, helados, yogures y jugos. En la cocina son sinónimo de platos gourmet. En recetas fáciles de hacer, los arándanos siempre son un aliado para lucirse.
La Argentina es productor y exportador de este fruto desde hace 10 años. El arándano argentino se produce en Tucumán, Entre Ríos y Buenos Aires. Se exporta el 95% de la producción. Además de todas sus bondades, es un fruto libre de grasa, sodio y colesterol, y rico en fibras, refrescante, tónico, astringente, diurético, con vitamina C.