Por | Santiago Viale y Asociados | Fotografía | Gonzalo Viramonte
Casa las Marías se desarrolla con profusa vegetación arbórea, por lo que se priorizó encontrar los vacíos ya existentes. Configurando los espacios que conforman el área social de la vivienda mientras que hacia el norte se dispuso en un rectángulo el área privada, unidos mediante una circulación que delimita un patio central.
Estas operaciones de diseño tuvieron como objetivo mantener la totalidad de los árboles del terreno a los fines de lograr el menor impacto ambiental posible.
El acondicionamiento térmico se consideró desde la primer idea. Por ello, se decidió mantener la masa arbórea considerándola como una primera protección solar sobre la cubierta propiamente dicha. Sumado a ello, la vivienda cuenta con numerosos espacios intermedios herederos de nuestra arquitectura colonial.
Se colocaron todas las áreas privadas de la propiedad en un bloque orientado al norte. El mismo cuenta con un alero de hormigón que permite el ingreso de abundante luz solar en invierno y nulo en verano.
En fachada sobre la calle, hacia el oeste, se realizó un cribado en ladrillo y se colocaron las cocheras. Lo que en conjunto conforma un filtro material y programático del fuerte asoleamiento de la tarde.
Se propusieron en varios espacios luceras. Las mismas no sólo funcionan como elemento que incorpora la luz natural en el interior, reduciendo el consumo energético. Sino que también brindan carácter al lenguaje arquitectónico tanto en el exterior como en los espacios interiores.
La decisión de mantener vegetación existente conllevó una directa relación con el sistema constructivo elegido procurando evitar la poda de los árboles como así también la afectación de las raíces de los mismos.
SENTIDO COMÚN
Siempre se ha relacionado a la sustentabilidad con el sentido común, con el buen criterio. Es por eso que a veces con acciones extremadamente sencillas se puede ser sustentable sin incurrir en muchos aparatos o accesorios que sorprendan. Es así que cuando surgió este concurso, pareció muy oportuno presentar Casa las Marías que se proyectó en un terreno muy particular.
EL SITIO
El lote en el que se desarrolla la vivienda se encuentra en uno de los barrios que había pertenecido a los antiguos predios del cinturón verde de la ciudad de Córdoba. Sin embargo, este lote presenta singularmente una profusa vegetación arbórea en la zona edificable, además de una palmera de 15 m de altura. Por lo que se podía inferir que este predio habría pertenecido a la antigua casa del quintero.
Lo posición de los arboles prácticamente hacían imposible realizar una propiedad sin verse obligado a retirarlos. Es así que surge la necesidad de relevar todas las especies incluyendo tanto el diámetro de su tronco como las direcciones que toma su desarrollo como primera acción para iniciar el proyecto.
PROPUESTA
Se priorizó encontrar espacios existentes entre los árboles en donde pudiera desarrollarse el programa de Casa las Marías. Como se observa en las imágenes, se trazaron las líneas delimitando estos posibles espacios, surgiendo de esta manera las tres estancias separadas que conforman el área social de la vivienda. Hacia el norte se asienta un rectángulo con el bloque privado (dormitorios). Luego, todos estos espacios separados se unieron a través de una circulación que conforma un patio central.
Haciendo de este lugar una gran galería/espacio intermedio, protegido por una cubierta compacta conformada por las copas de los árboles.
Por último, hacia el fondo del lote se extendió la losa, generando una galería cubierta que se abre al resto del predio donde se ubicó una pileta.
Todas estas operaciones de diseño tuvieron como objetivo mantener la totalidad de las especies arbóreas que se encontraron en el terreno a los fines de lograr el menor impacto ambiental posible sobre la situación existente del terreno.
AISLAMIENTO TÉRMICO
El aislamiento térmico se consideró desde la primer idea de la obra. Y es donde toma valor el esfuerzo de mantener la masa arbórea existente la cual genera una especie de primera protección sobre la casa arrojando sombra sobre la cubierta, haciendo las veces de parasol de varias capas. Convirtiéndose así en un dispositivo que intermedia entre la acción directa del sol y los demás agentes atmosféricos y la vivienda, sumándose a los valores espaciales que esto genera.
Por otro lado, se utilizó como envolvente un muro conformado por ladrillón de 18 cm de espesor al cual se le agregó un medio tabique de durlock con lana de vidrio hacia el interior. Logrando de esta manera el coeficiente de transmitancia térmica deseado
Por otra parte, al generar el patio central, se promueven las circulaciones cruzadas de vientos, contribuyendo al manejo térmico interior.
ORIENTACIONES
Se colocaron todas las áreas privadas de Casa las Marías en un bloque orientado al norte. El mismo cuenta con un alero de hormigón que permite el ingreso de abundante luz solar en invierno y nulo en verano.
En fachada sobre la calle, hacia el oeste, se realizó un cribado en ladrillo y se colocaron las cocheras. Lo que en conjunto conforma un filtro material y programático del fuerte asoleamiento de la tarde.
ESPACIOS INTERMEDIOS
Casa las Marías cuenta con varios espacios de este tipo, ya que siempre se ha considerado un valor aprender de nuestro acervo arquitectónico. Extrayendo de él la importancia de tomar las galerías y patios de nuestra arquitectura colonial, que sobre todo en la región funcionan de manera comprobada y eficiente en cuanto al impacto climático entre exterior e interior.
LUZ NATURAL
Se propusieron en varios espacios luceras. Las mismas no sólo funcionan como elemento que incorpora la luz natural en el interior, reduciendo el consumo energético. Sino que también brindan carácter al lenguaje arquitectónico tanto en el exterior como en los espacios interiores.
PROPUESTA CONSTRUCTIVA
La propuesta de mantener las especies vegetales existentes conlleva una directa relación con el sistema constructivo elegido.
Se planteó una estructura apoyada sobre pilotes para evitar las fundaciones continuas que puedan afectar las raíces de árboles. Estos pilotes especiales son metálicos hincados preperforados de 10 cm de diámetro. Posteriormente, se inyecta un recubrimiento de cemento totalizando 20cm de diámetro.
Esta tecnología es habitual para las submuraciones en construcciones existentes. Por lo que la máquina que las realiza no supera los 2 metros de altura y los pilotes se van vinculando en tramos de dos metros mientras se van insertando en el suelo.
Los sistemas de pilotaje convencionales no hubieran permitido diámetros menores a los 45 cm. Mientras que los camiones que realizan estas excavaciones implicaban, además, la poda general de toda la vegetación.
Otro tema de consideración fueron las vigas riostra, ya que si estas se vinculaban en horizontal se podían generar cortes en las raíces, por lo que se decidió ubicarlas sobre la superficie. Conformando así un zócalo de hormigón como parte del lenguaje arquitectónico sin perjudicar las raíces.
Se propuso una cubierta plana baja a la altura donde se empiezan a abrir las copas de los árboles, con pendientes de caída libre perimetral con goterón metálico. Esto evitó cualquier otro sistema de desagüe pluvial, ya que la cantidad de vegetación existente representa elevados riesgos de obstrucción para los mismos.
Toda esta descarga pluvial es recogida por un canal perimetral de hormigón con pendiente a nivel de piso conduciendo el agua hacia la calle a través de un relleno de granza que permite el libre escurrimiento y el correcto tránsito sobre él.
ARQUITECTURA CON SENTIDO COMÚN
Se está acostumbrado a escuchar hablar de arquitectura inteligente. Sin embargo, se prefiere hablar de arquitectura con sentido común, una inteligencia en la mente del proyectista.
Ya que, en definitiva, el conocimiento y correcto uso de todos los recursos, tanto naturales como humanos, en conjunto con el sentido común del arquitecto, deberían crear espacios con identidad, que sirvan y emocionen a sus habitantes. Ya que como se suele decir arquitectura que no emociona, es simplemente construcción.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Santiago Viale y Asociados.
Ubicación: Córdoba, Argentina.
Área del proyecto: 380 metros cuadrados.
Año del proyecto: 2022.
Fotografía: Gonzalo Viramonte.
