Fotografía|@eugeniatobal
Eugenia Tobal y Francisco García Ibar viven en una chacra en zona norte, junto a la pequeña Ema. Allí, están en contacto permanente con la naturaleza.
Grandes ventanales y una impronta rústica se destacan en un hogar de decoración simple donde se percibe el amor por los animales.
Ema llegó un 14 de diciembre a la vida de Eugenia y,desde ese instante, se convirtió en la luz de sus ojos. Claro está, hoy es la principal protagonista de sus posteos en redes sociales.
El extenso parque de la casa de Tobal se funde con la inmensidad de la chacra. Allí, se ubica un gran piscina en donde la actriz acostumbra pasar gran parte de su tiempo en verano.
LA HISTORIA DE AMOR DE EUGENIA TOBAL Y FRANCISCO GARCÍA IBAR
Se conocieron cuando la actriz llevó a su perro Romeo a Canilandia. El campo que Francisco tiene en Zárate (a pocos kilómetros de CABA) y que es una suerte de Disneyworld para perros.
“Estuvimos un tiempo largo conociéndonos y un día dijimos ‘acá pasa algo’. Y ahí empezamos a tener una relación más seria. Después pasaron dos años hasta que vino Ema”, explicó Eugenia.
“Fran es un papá maravilloso, tiene una entrega enorme con Ema y un instinto paternal muy natural y genuino que, por momentos, me resulta inesperado. Todos los días me sorprende cómo se va desarrollando como padre”, señaló recientemente la actriz en una entrevista con Ciudad Magazine.