Por Di Frenna Arquitectos
La ubicación y el terreno de Casa Neró son las premisas predominantes para su construcción y diseño. La locación regaló al proyecto un paisaje: El Volcán y el Nevado de Colima.
Al mismo tiempo, este contexto presentó el desafío de edificar bajo un clima cálido sub-húmedo como el que se vive en la ciudad.
La alusión a los volcanes que transmite la edificación, fue una casualidad no planificada que finalmente rinde honor a este gran hito en el contexto. El color negro y la sensación palpable de la materialidad elegida rememoran a la piedra volcánica, protegen el interior de los rayos del sol, y se vuelven un gesto de respeto para mimetizarse en el contexto.
Por otro lado, los grandes volúmenes y las extrusiones que conforman el conjunto de cuerpos de la casa, insinúan el mismo movimiento que se genera en lo que para algunos significa la imperfección de estas montañas. Y para otros se traduce en la perfección de la naturaleza.
La volumetría del proyecto se percibe con mayor facilidad desde el exterior. Sin embargo, el interior de la casa juega con el mismo lenguaje.
El ingreso peatonal se concibe a una altura moderada y se contrapone a la perspectiva exterior, que recibe al usuario con un cuerpo imponente recubierto de piedra. De esta manera, después vuelve a enfrentarse a una doble altura que alberga las principales áreas sociales: la sala y el comedor.
CASA NERÓ POSEE UNA RICA CANTIDAD DE RECURSOS
La planta baja se pensó como un área libre. Pocos muros la delimitan solo para ocultar áreas más privadas como el cine y el servicio. El resto de la casa se mantiene abierta para desembocar en la terraza, que goza de la vista plena al lago, lienzo que refleja continuamente el escenario del entorno.
Las habitaciones se encuentran en la planta alta de la construcción. Estas aportan y se benefician del juego de extrusiones que componen al diseño. Dan oportunidad a aperturas recatadas y a pequeños balcones, difuminando el límite entre interior y exterior.
Las grandes alturas que rematan en ventanales orientados de manera óptima, provocan un rebote de luz que concede al interior vivirse posponiendo el uso de iluminación artificial.
Aperturas cenitales bañan los muros con una luz perfecta para la colocación de piezas icónicas de arte. Y el último de los elementos que contribuyen a esta propuesta son las franjas laterales de cristal que hacen una pausa entre los sobresalientes volúmenes.
Entender la estética de Casa Neró, dirige la percepción a una armonía inmejorable entre los elementos robustos, pesados e industriales. Acompañados de otros que aportan la calidez y ligereza necesaria para la vivencia del hogar, tal es el caso de los techos y elementos de carpintería.
Las marcas del concreto enduelado, la colocación de las piedras en muros y la riqueza de las celosías coladas en obra, evocan una vez más al valor de la imperfección dentro de la búsqueda de la perfección.