El rascacielos Tulip diseñado por Foster + Partners le iba a dar a Londres “un nuevo edificio icónico”, con una forma “audaz y llamativa”.
El edificio de 305 metros de altura se iba a ubicar en The Gherkin: una de las estructuras más emblemáticas de Foster y Londres. Se esperaba que el nuevo gigante sea el más alto de la capital inglesa, superando a The Shard.
Tulip planificaba cambiar el aire de cara al año 2050. Dentro de las especificaciones técnicas y sus cualidades, la intención era modificar el skyline de la ciudad. Su sistema de calefacción y refrigeración, los vidrios de alto rendimiento o las células fotovoltaicas integradas, serían capaces de generar energía a partir de los rayos del sol.
La vista aérea del gigante iba a ser una experiencia realmente única. Las pasarelas de cristal iban a generar una sensación de posicionarse sobre el aire para apreciar el lugar y el resto de Londres. Además, se planeaba la presencia de un bar en la altura, para una experiencia completa.
LA APRECIACIÓN DEL PROYECTO
Este proyecto lo propuso J. Safra Group y Foster + Partners, propietarios y arquitectos respectivamente de 30 St Mary Axe. Derivando su nombre de su forma inspirada en la naturaleza, The Tulip mejoraría The Gherkin, uno de los edificios más apreciados y reconocidos de Londres, y ofrecería un nuevo recurso cultural y educativo de vanguardia para londinenses y turistas.
Desde el cambio de milenio, el horizonte de Londres ha madurado con nuevos edificios de gran altura que reflejan su crecimiento como centro financiero global. Además, la Corporación de la Ciudad de Londres ha estado impulsando propuestas para animar la Milla Cuadrada creando una Milla de la Cultura con instalaciones turísticas de clase mundial.
La propuesta de una atracción única para visitantes de 305.3 metros de altura reflejaba el deseo de construir un compromiso público dentro de la ciudad y mejorar la oferta pública de The Gherkin. The Tulip prometía amplios beneficios culturales y económicos con un programa diverso de eventos.