Fotografía de portada|Henrik Nero
Una tendencia que está en boca de todo aquél que esté al día sobre decoración, pero ¿qué implica exactamente? ¿Cómo podés aplicar este estilo a tu hogar?
El estilo escandinavo o nórdico surge influenciado por el clima y la situación geográfica de Escandinavia, por los colores de sus paisajes y por las tradiciones locales. Por lo tanto, los largos inviernos y la falta de luz natural en los países nórdicos crearon la necesidad de buscar interiores claros y espaciosos, que aprovecharan al máximo la luz natural.
Elegancia, simpleza, funcionalidad y belleza inmaculada, el estilo escandinavo atrapa todas estas percepciones. Por ello,si buscas transmitir en tus ambientes, amplitud, sensación de calidez y tranquilidad este es el estilo perfecto. Propone espacios ordenados, limpios y funcionales.
Actualmente se combina mucho lo tradicional con perfiles modernos. Un estilo ideal para quienes gustan de la decoración en color blanco, líneas rectas y que se vea y sienta natural.
LOS COLORES DEL ESTILO ESCANDINAVO
La paleta de colores que predominan en esta tendencia son los neutros, desde el crudo hasta el blanco más puro, beige, tonos tierra, como así también diferentes tonalidades de madera natural. Aunque cómo color predominante encontramos el blanco, para darle a los espacios mayor luminosidad en suelos, paredes y muebles, siempre es aconsejable acompañarlo con elementos de colores que hacen destacar del resto de la decoración.
MATERIALES Y TEXTURA
Otros ingredientes a sumar a los espacios son los materiales y texturas. La decoración se basa en el uso de materiales naturales, como la piedra, la madera y la cerámica. Además, la belleza en esta combinación permite introducir algunos colores para destacar objetos, ambientes o simplemente producir sensaciones.Los materiales hacen del hogar un refugio inspirado en la naturaleza. Los suelos suelen ser de parquet, con madera color claro o blanco, o bien baldosas antiguas.
MUEBLES
En materia de amoblamiento, lo aconsejable es que sea en tonos claros. Las líneas deben ser simples, rectas, limpias y puras y, a veces, con un aspecto rústico y desgastado. Sin embargo pueden introducirse modificaciones como contrachapados en blanco para detalles de estantes o cajones en los muebles.
DETALLES Y ACCESORIOS DEL ESTILO ESCANDINAVO
Entre los accesorios imprescindibles no deben faltar los textiles. Siguiendo esta misma línea, suelen ser de materiales naturales como el algodón o el lino. Los almohadones y alfombras son unos de los complementos más utilizados, por lo general, con diseños geométricos de cuadros o rayas en colores llamativos, o estampados de pequeñas flores, que introducen el toque de color y contrastan con la armonía del resto de la composición.
Los accesorios y pequeños detalles complementan la decoración, pero siempre de forma ordenada y sin recargar el espacio. Los espejos, de nuevo con el fin de aprovechar al máximo la luz natural, son uno de los objetos decorativos más frecuentes.
Asímismo, otros elementos secundarios como lámparas, velas, flores o jarrones de porcelana o vidrio, constituyen un complemento fundamental a la decoración y transmiten una sensación de calidez e intimidad que se echa en falta en otros estilos más minimalistas o contemporáneos.
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