El turismo de lujo se ha visto influenciado por un creciente interés por la sostenibilidad. Ya no basta con ofrecer una experiencia completa en cuanto a gastronomía y hospitalidad; los huéspedes buscan un valor agregado.
Este fenómeno se viene observando en hoteles y resorts alrededor de todo el mundo pero cobra especial relevancia en aquellos que conectan con la naturaleza; se busca una experiencia sensorial, en la que las instalaciones se integren al medioambiente y lo protejan.
Mendoza, un destino turístico reconocido mundialmente por sus viñedos, su gastronomía y sus paisajes, no es ajena a esta tendencia. La combinación del lujo con la sustentabilidad no solo refleja un cambio en las preferencias de los viajeros, sino que también se ha convertido en una estrategia clave para preservar los recursos naturales de la región mientras se ofrece una experiencia única.
Sustentabilidad hotelera:
En Mendoza, desde los hoteles hasta las bodegas de lujo están adoptando prácticas sostenibles en sus propuestas y procesos de producción; desde la agricultura orgánica hasta la construcción de instalaciones con materiales ecológicos, cada aporte es válido para el huésped a la hora de evaluar su visita.
En Casa de Uco, por ejemplo, proponen un modelo de alojamiento de lujo con conciencia ambiental: cada cuestión del resort está pensada adoptando medidas para reducir su impacto: uso de energías renovables, gestión responsable del agua, diseño sustentable, etc.
Arquitectura y diseño que emerge del paisaje:
El hotel de Casa de Uco es una impresionante estructura inspirada en la geografía del territorio y su entorno natural, cuyo propósito es brindar el máximo nivel de confort, sin dejar de unificarse con las montañas, los viñedos y el cielo azul claro. Posee un estilo minimalista depurado con un toque moderno, elegante y sofisticado, donde cada espacio rinde el máximo respeto a la tierra.
En su construcción se utilizaron materiales naturales y nobles, hormigón, rocas nativas, granito y vidrio. Madera, cuero y lana son los materiales utilizados para vestir los interiores. En todos los casos, la paleta de colores es neutra, con toques de los colores de los viñedos circundantes, para que los espacios se complementen con el paisaje y no genere impacto visual.
Además, la ubicación del edificio fue elegida en base a los arroyos secos que rodean la propiedad y durante la colocación, se formaron 400 m2 de lagunas. En su afán de arraigarse a la tierra, el edificio extiende una serie de brazos –rampas, senderos, pasarelas y piscinas.
Gestión de recursos naturales:
Casa de Uco cuenta con la certificación bronce de Hoteles Más Verdes, distintivo otorgado por la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), que reconoce y certifica aquellos hoteles que demuestran una gestión sustentable, respetuosa con el medio ambiente y socialmente responsable con la comunidad y con el destino turístico en el que desarrollan su actividad.
Gastronomía sostenible: La cocina de Mendoza, reconocida mundialmente, también sigue esta corriente. Muchos restaurantes de lujo en la región priorizan el uso de productos locales, orgánicos y de temporada, creando menús que no solo son deliciosos, sino que también fomentan la agricultura responsable y el comercio justo.
Este es el caso también de Casa de Uco, pioneros en contar con una huerta orgánica que ya ocupa más de 1000 mts cuadrados y que abastece hasta un 50% del consumo diario del restaurante del establecimiento y que se nutre del compost originado a partir de los propios residuos de cocina. La misma se encuentra bajo el control de los ingenieros agrónomos que seleccionan cuidadosamente las plantas que podrán dar fruto en cada temporada.
La huerta cuenta con más de 50 variedades de frutas y vegetales, funciona como banco de semillas, y permite acceder a materia prima que no se consiguen en mercados tradicionales. Por ejemplo, cuentan con 8 variedades de tomates.
Además, el jardín se nutre con agua de pozo del valle, desprendiendo nutrientes que descienden directamente de la tierra, sin utilizar ningún tipo de pesticidas ni herbicidas. Fresco, saludable, energético, poderoso y verdaderamente local, el jardín de Casa de Uco es una posesión preciada.
En Casa de Uco el menú se establece en base a los ingredientes que haya disponibles, no al revés. La chef ejecutiva y consultora culinaria Ana Ortuño ha creado un menú que rinde homenaje a la tierra y al Valle de Uco. También, apelan a un desarrollo libre de plásticos, lo que genera un desafío en el mantenimiento de la huerta y en la presentación de las comidas.
¿Puede el lujo convivir con las prácticas sustentables?
He aquí el gran desafío. Las experiencias de lujo a menudo están asociadas al derroche, el excentricismo y los excesos. Sin embargo, no es necesario interferir abruptamente con los recursos naturales para ofrecer experiencias de primer nivel. La provincia ofrece paisajes soñados que, si se comprende cómo capitalizarlos responsablemente, pueden enamorar a cualquier turista.
Casa de Uco deslumbra a sus visitantes con propuestas inolvidables como una clase de cocina al atardecer con ingredientes recolectados de la huerta propia como parte de la experiencia, un asado al pie de los andes con todo el folklore nacional enmarcado en un paisaje único, o un paseo a caballo por las instalaciones recorriendo cada espacio natural creando recuerdos mágicos; y, en ningún momento, estas prácticas interfieren con el desarrollo natural del entorno.
Es más, cada temporada se adaptan las actividades para que la región saque a relucir su encanto sin importar si es otoño, invierno, primavera o verano. El huésped sabrá apreciar lo que la naturaleza tiene para ofrecer porque será guiado de manera correcta. Disfrutar una estadía en Casa de Uco por primera vez puede dejar sin aliento al turista más viajado.
En conclusión, la combinación de lujo y sustentabilidad está redefiniendo el panorama del turismo en Mendoza. Al adoptar prácticas responsables y éticas, el destino no solo preserva su patrimonio natural y cultural, sino que también ofrece una experiencia exclusiva para los viajeros más exigentes.
En un mundo donde la sostenibilidad se convierte cada vez más en una prioridad, Mendoza está demostrando que el lujo puede y debe ser sinónimo de respeto por el medio ambiente y las comunidades locales.