Edward Furlong, quien a los 13 años saltó a la fama por interpretar a John Connor en Terminator 2: Judgment Day, se convirtió en uno de los rostros más icónicos del cine de ciencia ficción de los años 90.
Su actuación en la película dirigida por James Cameron lo posicionó como una joven promesa de Hollywood.
Sin embargo, su vida y carrera tomaron rumbos inesperados, marcados por éxitos, caídas y un largo camino de reinvención personal. Hoy, a los 47 años, su historia sigue generando interés y nostalgia entre los fanáticos.
JOHN CONNOR: EL NIÑO QUE CAUTIVÓ AL MUNDO
En 1991, Edward Furlong debutó en pantalla grande como John Connor, el icónico líder de la resistencia en Terminator 2: Judgment Day.
Su química con Arnold Schwarzenegger y su actitud desafiante, perfecta para el papel, le valieron elogios de la crítica y premios como el MTV Movie Award a Mejor Actuación Revelación.
El éxito de la película no solo lo catapultó a la fama como estrella juvenil, sino que también lo convirtió en el foco de atención de Hollywood y los medios, un privilegio que pronto se transformó en un desafío complejo.
ASCENSO Y CAÍDA DE EDWARD FURLONG
Luego de su exitoso debut, Furlong brilló en películas como American History X (1998) y Detroit Rock City (1999). Sin embargo, su carrera se vio truncada por problemas personales.
La fama y la presión le pasaron factura. Durante su juventud, enfrentó serios problemas de adicciones y conflictos legales que impactaron su vida y su carrera.
Su conducta problemática acaparó titulares, y los estudios comenzaron a dudar en contratarlo, lo que llevó a un declive gradual en sus oportunidades en la industria.
SU VIDA HOY
A los 47 años, Edward Furlong ha optado por un perfil bajo lejos de las cámaras. Aunque el tiempo ha dejado huellas en su aspecto, su imagen sigue despertando nostalgia entre quienes recuerdan su icónica actuación como John Connor.
En los últimos años, Edward ha mostrado signos de estabilidad y recuperación. Su breve regreso al universo de Terminator en Terminator: Dark Fate (2019) emocionó a los fans, aunque su participación fue mínima y generó opiniones mixtas.
A pesar de ello, fue un recordatorio del impacto que su interpretación tuvo en la saga y en la cultura pop.
