Fotografía| @tonyrammath
Ubicada en el noreste de Francia, cerca de la frontera con Alemania, Estrasburgo se destaca por su rica historia y una vibrante fusión de culturas.
Este destino fascinante, que ha sido punto de encuentro y conflicto a lo largo de los siglos, hoy se presenta como un símbolo de reconciliación y unidad europea.
Desde su arquitectura gótica hasta su papel crucial en la política del viejo continente, Estrasburgo ofrece una experiencia única que combina lo mejor de varios mundos.
HUELLAS DE UNA HISTORIA BICULTURAL
La historia de Estrasburgo, fundada como Argentoratum en la época romana, ha sido moldeada por siglos de disputas entre Francia y Alemania, dejando una profunda huella en su arquitectura y cultura. Esta dualidad se refleja en su idioma, gastronomía y tradiciones.
UN VIAJE EN EL TIEMPO
La Petite France es uno de los barrios más encantadores de Estrasburgo. El pintoresco distrito, con sus canales, casas con entramado de madera y calles adoquinadas, parece sacado de un cuento de hadas.
Petite France es uno de los barrios más encantadores de Estrasburgo. El pintoresco distrito, con sus canales, casas con entramado de madera y calles adoquinadas, parece sacado de un cuento de hadas.
En la actualidad es un lugar perfecto para pasear y disfrutar de la atmósfera histórica.
Los restaurantes y cafés a lo largo de los canales ofrecen delicias locales como el choucroute (chucrut) y el flammekueche (tarta flambeada), que son un testimonio de la mezcla de influencias francesas y alemanas en la cocina de Alsacia.
CENTRO DE LA POLÍTICA EUROPEA
“Estrasburgo no solo es rica en historia y belleza, sino que también es vital en la política europea.
Alberga instituciones clave como el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, símbolos de unidad y paz.
El moderno edificio del Parlamento Europeo contrasta con la arquitectura histórica y ofrece visitas guiadas para conocer su funcionamiento y decisiones.
CULTURA Y CELEBRACIONES
La rica herencia cultural de Estrasburgo se refleja en su vibrante escena artística y en sus numerosos festivales y eventos.
Uno de los más destacados es el Mercado de Navidad de Estrasburgo, uno de los más antiguos y grandes de Europa.
Celebrado desde 1570, este mercado transforma la ciudad en un mágico país de las maravillas invernales, con puestos que venden artesanías, decoraciones navideñas y especialidades culinarias.
