Único en su distribución y concepto, el Sony Center está ubicado en la Potsdamer Platz y es uno de los complejos comerciales más reconocidos de Berlín.
No se trata simplemente de una obra destacada, sino que ha logrado integrase en el espacio urbano de manera que el espectador transita entre ambos. Esta vivaz conexión, que no concibe al mall como un objeto sellado y asilado respecto de su contexto, genera una contundente atmósfera exterior.
Conjugando conceptos como apertura y transparencia, bien logrados con el uso de la iluminación y los materiales, simboliza la visión técnico-arquitectónica del diseñador.
Representa así la relación simbiótica entre la arquitectura y la ingeniería, que en la fusión de sus mejores recursos encuentra el máximo de diseño y funcionalidad.
Se basa en un concepto abierto. El corazón del proyecto es una plaza elíptica, rodeada por edificios de gran envergadura. Una serie de locales comerciales dan vida a esta área central y generan un verdadero espacio público de interacción cultural y social al que son atraídos tanto turistas como locales.
La selección de materiales es uniforme en las fachadas de todos los edificios que, junto con la gran cubierta central permeable a la luz, potencian los recursos lumínicos naturales y artificiales. La luz es, en palabras del arquitecto alemán Helmut Jahn, la esencia de su diseño.
Es por esto que el Centro es un espectáculo lumínico que crea una trama de luces, sombras, imágenes y efectos, tanto de día como de noche, a la vez que maximiza el uso de los recursos energéticos.
Otra de las características principales del Sony Center es su conexión temporo-espacial. En los niveles más bajos de los edificios de vivienda se descubren partes restauradas del “Hotel La Explanada”, que antes de la destrucción de la zona durante la guerra supo ser uno de los nodos de actividad social berlinés.
El techo de acero y vidrio, cuya forma se asemeja a una carpa o cono, es sin duda la pieza más interesante del conjunto. Se dice que su peculiar morfología se inspira en el monte Fuji, en Japón. Este guiño arquitectónico hace honor al origen japonés de la compañía que financió el proyecto.
Potsdamer Platz, la plaza donde se encuentra el Sony Center
La Potsdamer Platz era uno de los lugares más transitados de la Europa del 1900, al punto de haberse construido allí el primer semáforo del continente.
Con los bombardeos aéreos de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial, el área quedó destruida.
Esta situación se mantuvo durante la época de la posguerra en la que la plaza era atravesada por el Muro de Berlín. La unificación de la ciudad llevó a una trasformación a toda escala. Constituyendo así la zona uno de los motores de su recuperación.
La importancia de su puesta en valor, reside no sólo en el desafío urbanístico que representa sino que simboliza la unión del este con el oeste.
Para rescatar el antiguo esplendor de este punto neurálgico, en 1992 se llamó a un concurso que ganó el arquitecto italiano Renzo Piano.
En su Master Plan, se potenció su estructuración gracias a una equilibrada zonificación y diagrama de espacios públicos.
Hoy en día representa uno de los centros de arquitectura más dinámicos, donde se aprecia un equilibrado balance entre lo nuevo y lo antiguo.
Este conjunto de manzanas goza de una ubicación inigualable tanto por historia como por los espacios que lo rodean.